Improvisación en el proceso de creación del trabajo por cuenta propia en Cuba. Lecciones del consejo de ministros

Poco a poco se va obteniendo la conclusión, a tenor de las informaciones que se conocen del proceso de ampliación del trabajo por cuenta propia en el régimen castrista, que las autoridades no saben cómo hacerlo, que crean notables resistencias y rigideces para hacer lo que ellos mismos consideran prioritario, y que lejos de haber diseñado un proceso lineal y reflexivo sobre cómo impulsar los cambios, han apostado por una táctica de continua “rectificación en el camino”, que no hace más que generar dudas e incertidumbres sobre el balance final del proceso.

En los siete meses que han pasado desde que Raúl Castro anunciara los despidos masivos en las empresas estatales y la creación, simultánea, de un nuevo marco de acción para los trabajadores que se establecieran por cuenta propia, han sucedido muchas cosas, no todas ellas favorables, en Cuba.

Un primer dato se refiere al aumento experimentado por la cifra de estos trabajadores, que ha alcanzado en mayo 314.538 como se destaca en un artículo de Granma, un dato que puede parecer relevante, pero que puesto en relación con el tamaño de la ocupación total de la economía castrista, apenas alcanza un 6% del total.

Es evidente que el proceso no va al ritmo que preveían las autoridades. En el artículo de Granma se responsabilizaba a “las deficiencias y restricciones innecesarias, las dilaciones injustificadas en determinados pasos del proceso, las tendencias que afectan a la población”, entre otras, como las causas que frenan el proceso.

Tal vez por ello, el Consejo de Ministros celebrado hace algunos días, anunciaba una serie de medidas cuya finalidad sería dar un empuje al proceso liberalizador del trabajo.

Mucho me temo, que del análisis de las mismas, no se pueda obtener una conclusión favorable.

Así, por ejemplo, la decisión de ampliar la autorización para contratar trabajadores por parte de las nuevas actividades por cuenta propia, fijando una exoneración impositiva para aquellos que durante 2011 contrataran entre una y cinco personas, podría parecer una buena idea.

Lo mismo que dejar sin efecto la exigencia de una cantidad mínima de trabajadores contratados establecida para ocho actividades. Estas medidas fueron acompañadas de otras relacionadas con los pagos a la seguridad social, cuyo efecto retroactivo tiene como finalidad recaudar más y permitir aflorar actividades que ya venían funcionando en la economía negra o informal.

Como se ha señalado, estas decisiones se podrían interpretar de forma positiva ya que fijar una levosa carga tributaria sobre proyectos emprendedores jóvenes suele ser causa frecuente de su desaparición. Pero, no existe motivo alguno para suponer que las nuevos trabajadores por cuenta propia necesiten realizar contratos de otras personas, más aun, cuando muchas de esas actividades son unipersonales y con una escala de producción muy reducida.

Como saben los economistas, la demanda de trabajo de las empresas depende fundamentalmente de la productividad del factor, y ésta, tiene una estrecha correlación con las tecnologías empleadas. Dado el rudimentario nivel de muchas de las nuevas actividades por cuenta propia en la economía castrista, su capacidad de generación de empleo es limitada, por mucho incentivo fiscal que pueda existir. Tal vez esta propuesta de supresión de impuestos tendría más éxito si no sólo quedara referida al año en curso 2011, sino que se prolongase al menos durante un lustro, lo que podría contribuir a definir un entorno más estable y predecible.

Otras medidas tienen un sentido más administrativo, y se hace más difícil valorar su impacto en términos de liberalización del trabajo por cuenta propia.

Es el caso, del transporte de pasajeros, al fijar que los vehículos de las personas naturales tengan el mismo plazo para su inspección técnica que el de las entidades estatales, “en aras de eliminar diferencias en el cumplimiento de este requisito”. Además, se aprobó extender de 30 a 90 días laborables el plazo para recoger las licencias operativas otorgadas por las Unidades Estatales de Tráfico del MITRANS.

Es bueno recordar, en este punto que cualquier tratamiento desigual en una economía no hace más que generar diferencias de rentas entre los agentes que operan en la misma, lo que suele ser mala influencia para la actividad económica. El consejo de ministros anunció un amplio paquete de reducciones impositivas y de tasas.

Por lo que respecta a la actividad de “arriero”, el consejo de ministros decidió bajar la cuota consolidada mínima mensual a 30 pesos, estableciendo el mismo importe en el transporte de carga con medios de tracción animal (carretonero), a los que se aplicará el régimen simplificado de tributación.

Las dos decisiones serán aplicadas con carácter retroactivo, desde el 1ro.enero del 2011. También se exoneró durante el año en curso el pago del impuesto simplificado por los carretoneros y arrieros vinculados a entidades estatales que perciben mensualmente hasta 400 pesos. Decisiones que buscan activar de la forma que sea el funcionamiento interno de los bienes y servicios manteniendo el control estatal de esta actividad.

En materia de impuestos sobre ingresos personales, el consejo decidió elevar del 20% al 40% el porcentaje de gasto deducible en la actividad de transporte de pasajeros con medio de tracción animal (cocheros) y tendrán una disminución de sus cuotas mínimas mensuales, a cuenta de este impuesto, de 150 a 100 pesos. Medidas de este calibre, al margen de su escasa efectividad y que suponen una rémora para el progreso, apuntan a un estímulo para el uso de animales en el transporte de personas, lo que no puede tener otra justificación que el deseo de reducir al máximo el consumo de derivados de petróleo.

En la misma línea de estímulos fiscales, y en lo relativo a transporte automotor, arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios, el consejo de ministros aprobó la suspensión temporal del pago de tributos a partir de 3 meses y hasta un máximo de 6, cuando se acometan reparaciones de los vehículos o inmuebles. Medidas de estas características obedecen, sin duda, a la necesidad de rehabilitar los activos que se ponen al servicio de estas actividades productivas, después de décadas de abandono. En cualquier caso, esa moratoria fiscal no parece suficiente, y tal vez se deberían haber fijado plazos temporales más largos.

De igual modo, se acordó rebajar, durante el año 2011, la cuantía mínima mensual del impuesto por el alquiler de habitaciones de 200 a 150 pesos en las dos modalidades de arrendamiento: CUP y CUC, así como la cuantía mínima mensual por el servicio de arrendamiento cuando se trate de viviendas completas arrendadas en CUP: hasta dos habitaciones se pagarán 100 pesos; incrementándose este monto en un 50 % a partir de la tercera habitación (hoy se realiza desde la segunda). Medidas que van dirigidas a fomentar un sector muy orientado a la demanda externa de turistas que viajan en grupos o en familias, acostumbrados al alquiler de casas completas, y que no está evolucionando al ritmo previsto por las autoridades.

Muchas decisiones administrativas acompañan a este paquete de medidas de estímulo al empleo por cuenta propia, como el “otorgamiento de la licencia sanitaria en los plazos mínimos, acorde con la agilidad diseñada para el proceso de inscripción de los trabajadores por cuenta propia”, lo que da a entender la existencia de una burocracia encubierta, o por ejemplo, “la participación del Instituto de Planificación Física (IPF) dentro de la labor orientadora que ejercen los diferentes organismos implicados en el proceso de autorización para el desempeño de actividades por cuenta propia, en aras de evitar la violación de las regulaciones urbanísticas”. Una de cal y otra de arena.

El Consejo de Ministros anunció igualmente la intención de identificar aquellos locales con un bajo nivel de actividad, fundamentalmente en el sector gastronómico, que mejor rendirían si fueran arrendados a trabajadores por cuenta propia, para en su caso transferir la gestión.
Decisiones que van en la línea de aumentar la capacidad general de la oferta son, entre otras, el aumento de 20 a 50 sillas de capacidad en los paladares para el servicio gastronómico.

Del mismo modo se puede calificar la ampliación de figuras aprobadas para el ejercicio de las actividades por cuenta propia, como el denominado "carretillero" pasa a ser "carretillero o vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria"; y se incluyen como nuevas actividades la de granitero, agente de seguros, y organizador de servicios integrales para fiestas de quince, bodas y otras. Es curioso observar que la inscripción de las mismas se realizará por la Oficina del Historiador de La Habana, la Empresa de Seguros Nacionales y las direcciones municipales de trabajo, respectivamente.

Por último, el consejo de ministros prestó atención a una cuestión no menos importante, y relacionada con la venta de mercancías en la red minorista en las dos monedas en circulación en la Isla, lo que se interpreta por las autoridades como “la principal fuente de aseguramiento para el trabajo por cuenta propia”, a la vez que se insiste en la voluntad de las autoridades de “la creación de un mercado mayorista, en la medida en que las posibilidades de la economía lo permitan”, medida esta última que se retrasa de forma injustificada, y que podría generar, de articularse de forma efectiva, notables ventajas para los que trabajan por cuenta propia y necesitan el suministro de artículos para prestar sus servicios.

A tal fin, se dedican 120 millones de dólares, dirigidos a “artículos de ferretería, materias primas e insumos asociados a diferentes actividades, productos para la elaboración y venta de alimentos en diferentes formatos”.

Es prematuro para obtener conclusiones sobre el efecto que puedan tener estas medidas sobre el proceso. La propia dinámica de la economía cubana lo indicará. Pero, de lo que no cabe duda es que cada día que pasa el régimen se enroca en sus posiciones y traslada su firme rechazo a la liberalización de la economía, la creación de un mercado potente y la recuperación de los derechos de propiedad. Tapando agujeros y poniendo parches no se resuelven los problemas de una economía lastrada por medio siglo de ineficiencia estalinista.(www.miscelaneasdecuba.net).-
Tomado de: (www.miscelaneasdecuba.net)

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